Fue lanzado oficialmente el Primer Simposio de Siembra Directa en el Chaco, que se llevará a cabo el 6 de agosto, en el local de la Gobernación de Boquerón, ubicado en Filadelfia. El SDD es una tecnología conservacionista que apunta a ser el sostén fundamental de la expansión agropecuaria en el Chaco en forma sustentable.

El evento, organizado por la Federación Paraguaya de Siembra Directa para una Agricultura Sustentable (Fepasidias), la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) y la Consultora Nuestrosuelo S.A., fue presentado este martes 23 de julio en el local de la Capeco, en donde los dirigentes de la Fepasidias ofrecieron los detalles de este importante encuentro.

El Ing. Agr. Martín Cubilla, miembro de Fepasidias y director ejecutivo de Nuestrosuelo, comentó que existe un enorme potencial de desarrollo de la producción agropecuaria en la región chaqueña, en donde existen, a la par, considerables limitaciones que generan mermas en la productividad y, en consecuencia, reducen el ingreso económico a los productores.
Expresó, no obstante, que mediante la siembra directa, la rotación de cultivos y la inclusión de los abonos verdes se puede lograr un cambio significativo con relación al manejo actual desarrollado en el Chaco.

A su vez, el Ing. Agr. Ken Moriya, miembro de Fepasidias, mencionó que el principal problema de hace más de 30 años en la región Oriental fue el manejo del agua que generaba erosión de los campos agrícolas; sin embargo, mediante la capacitación de los productores, técnicos, estudiantes y todos los protagonistas de la cadena de valor de la agricultura se pudo asimilar las buenas prácticas como la siembra directa, la rotación de cultivos, el uso de abonos verdes, la fertilización y la corrección de los suelos, con lo cual fue posible desarrollar una actividad más sustentable, con rindes más elevados, con mayor calidad y, por lo tanto, se generaron mayores ingresos económicos en las unidades de producción.

Luego, Cubilla presentó un estudio económico sobre el impacto que generan los peladares en el sistema de producción del Chaco. El promedio de merma por hectárea es de 15 %, que se traduce en pérdida económica de USD 1,8 millones, considerando una superficie de 30.000 hectáreas de soja que fueron estimadas en la última zafra en la región chaqueña.
En ese sentido, mencionó que la pérdida es de USD 72 por hectárea y la oportunidad de ganancia asciende a USD 110 por hectárea, en caso de desarrollar un sistema productivo eficiente.

Cubilla indicó que al extrapolar eso a los 9 millones de hectáreas de pasturas desarrolladas en el Chaco, se tiene 1,35 millones de campos degradados con peladares, que generan una pérdida económica de USD 70,2 millones. Pero en caso de tener en un millón de hectáreas de soja 150.000 hectáreas de peladares, la pérdida económica asciende a USD 55,3 millones. Considerando tanto la explotación ganadera como agrícola, se sumaría por año una pérdida de USD 125,5 millones que, en cuatro a cinco años representaría un valor que, inyectado a las zonas productivas a través de inversiones, puede ayudar a un desarrollo integral no solo de los productores, sino de toda la comunidad chaqueña.

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