Por Dirceu Gassen* de la Cooplantio, Passo Fundo, Brasil
- Publicado el 24/04/2012 09:04 y actualizado el 24/04/2012 10:00
- Traducción al español el 13/07/2022
“Son cinco toneladas de materia seca por hectárea. Entonces, el productor está secuestrando el 50% de ese volumen en carbono”.
La declaración fue hecha por el investigador de la Cooperativa de Agricultores de Plantio Directo (Siembra Directa) (Cooplantio) Dirceu Gassen, que por más de 20 años desarrollo investigaciones para la Empresa Brasilera de Pesquisa Agropecuaria (Embrapa).
El estudioso y difusor de la siembra directa en Brasil, dice que la fotosíntesis de la soja es más activa que la de los árboles, ya que los bosques están en equilibrio, consumiendo y liberando dióxido de carbono (CO2). Las plantaciones de soja, al contrario, apenas estarían consumiendo la concentración de carbono.
Gassen, garantiza que la agricultura no contamina el medio ambiente, sino por el contrario, menciona que con la agricultura, cada año se produce toneladas de biomasa. El investigador dice que los estudios de la Embrapa en este sentido ya existen y que falta una mayor difusión de estas informaciones de los propios agentes del agronegocio. Él, ejemplifica la tesis que afirma que, a cada tres toneladas de soja cosechadas, son generadas más dos toneladas de paja o cobertura. “Son cinco toneladas de materia seca por hectárea. Entonces, el productor está secuestrando el 50% de ese volumen en carbono”.
Para producir un kilogramo de carbono, la planta -en la fotosíntesis- consume 3,66 kg de CO2. “En una sabana o bosques en equilibrio, las plantas no aumentan la biomasa, porque las hojas se caen, se pudren, se descomponen, se mineralizan y otros árboles nacen en su lugar. La única manera de secuestrar el carbono es obteniendo biomasa, y eso es lo que hace la soja o el maíz, el bosque no, porque está en un estado de equilibrio”.
Dirceu Gassen comenta que, en Sudamérica, hay más de 40 millones de hectáreas con cultivos de soja y que si fueramos a multiplicar la cantidad de carbono secuestrado todos los años, la cuenta pasará a ser -y mucha- a favor del agronegocio, cuando la cuestión se trate de la preservación ambiental.
“Los agricultores viven una tensión muy grande en términos de inestabilidad. El sector necesita divulgar informaciones que mucha gente desconoce. El productor es un guardián de los recursos naturales. Ninguna otra actividad humana puede secuestrar CO2, tan solo disminuir la emisión” concluye el investigador, que ahora actúa como responsable del Área Técnica de la Cooplantio.
*Dirceu Gassen, Ingeniero Agrónomo por la Universidad de Passo Fundo, con maestría en Agronomía, en el área de Fitosanidad, en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul , Brasil y desarrolló estudios a nivel de doctorado en Nueva Zelandia, adquiriendo habilidades en inglés y dinámica poblacional de la fauna del suelo. Publicó libros sobre plagas de trigo, insectos subterráneos, control biológico, plagas de maíz y Siembra Directa. Desde el inicio de la implementación de la siembra directa, en la década de 1970, acompañó las actividades de ICI, con Erivelton Román, en la UPF.